La Carboxiterapia es utilizada para sanar o combatir el exceso de grasa en el cuerpo, la celulitis, el envejecimiento corporal y facial, la flacidez, venas varicosas, reducir las cicatrices, las estrías, tratamiento postoperatorio de la liposucción o cirugías estéticas para corregir irregularidades de la piel, prevenir fibrosis y mejorar los resultados.
Su uso es común en las ramas de Reumatología, Angiología, Urología y Dermatología. Es un procedimiento no quirúrgico, con fines terapéuticos, que consiste en aplicar de manera localizada, pequeñas inyecciones de dióxido de carbono (CO2) que entran a las células para regenerar tejidos y recuperar elasticidad de la piel.
El CO2 es considerado por muchos un producto de desecho y muchas opiniones se vierten al respecto, pero en realidad no es un gas de desecho, es importante para nosotros y cumple funciones clave en el organismo humano:
- El dióxido de carbono existe en el organismo disuelto en la sangre y unido a proteínas y responsable de mantener la homeostasis del cuerpo al igual que la presión de oxígeno.
- Transporta a través de los tejidos con mayor facilidad que el oxígeno y es precisamente esta propiedad, permitiendo penetrar la barrera hematoencefálica y regular el centro respiratorio en el cerebro.
- Contribuye a la formación de ácido carbónico y bicarbonato, esenciales para el equilibrio ácido base de nuestro organismo.
- Facilita el paso del oxígeno a los tejidos, pues al unirse a la hemoglobina, contribuye a la liberación del oxígeno hacia las células tisulares.
- El dióxido de carbono es un recurso que deberíamos aprovechar por los múltiples beneficios que ha demostrado tener. No obstante, existen contraindicaciones y antes de cualquier aplicación el paciente debe ser adecuadamente evaluado por el médico.
El proceso consiste en la aplicación de microinyecciones localizadas de CO2 con un equipo que se encarga de controlar la velocidad de flujo del gas, la dosis administrada y el tiempo de inyección. La introducción del CO2 se realiza por vía subcutánea, el gas debe ser de tipo medicinal anaeróbico con una pureza del 99,9%. La duración de una sesión de carboxiterapia puede durar entre 30 y 60 minutos, dependiendo de qué áreas se vayan a tratar, y cuántas de ellas en una sola sesión. En pocas semanas se estimula naturalmente el metabolismo aumentando la micro-circulación, eliminación de toxinas y la destrucción del tejido graso. Los primeros resultados se observan de inmediato.
Los efectos secundarios son mínimos, localizados pueden presentarse como ligeros dolores, hematomas leves y ligera sensación de ardor, también se pueden presentar cambios en su fecha de menstruación, adelantándose o atrasándose unos días.
Está contraindicado para personas que sufran de insuficiencia hepática, respiratoria, renal y cardiaca, diabetes, cáncer, trastornos de la circulación, epilepsia, otros problemas de corazón, hígado y riñón, asma activa y problemas o infecciones en el área a ser tratada, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia tampoco podrán aplicarse este tratamiento. Tampoco podrán utilizar este procedimiento las personas con síntomas de resfriado tales como fiebre, tos y dificultad para respirar, y las mujeres mientras tengan su ciclo menstrual.