La cavitación consiste en la aplicación de ultrasonidos a baja frecuencia a través de la piel mediante máquinas especiales. Al penetrar a través de la piel los ultrasonidos que rompen las células grasas de tal manera que se consigue romper tejido graso para así hacerlo líquido y que sea eliminado a través de la orina o del sistema linfático.
La cavitación es un sistema novedoso y cada vez más popular para deshacerse de la grasa localizada que no se consigue eliminar con tratamientos a base de dietas o ejercicio. La cavitación se aplica también para combatir la temida celulitis y disminuir volumen.
La cavitación estética ultrasónica debe entenderse como un tratamiento que ayuda a eliminar la grasa acumulada pero en ningún caso es un tratamiento para la pérdida de peso. Tal como hemos comentado con anterioridad, las personas, especialmente las mujeres, tienden a acumular grasa en zonas específicas del cuerpo y muchas veces esta grasa no puede eliminarse con dietas ni ejercicio.
Los efectos son básicamente de cuatro tipos: micromecánicos, térmicos, químicos y de cavitación.
- Micromecánicos: La onda ultrasónica causa la presión, los movimientos, interrupciones y cambios en la forma vital de partículas microscópicas. Las ondas de presión las causan los cambios en la estructura de las proteínas, la formación de radicales libres, los cambios en la permeabilidad de la membrana celular y la eliminación de las fibras de colágeno con una reducción de la adhesión entre las células.
- Térmicos: Los rayos pasan a través de un tejido de ultrasonidos, hay una absorción parcial de la energía con el aumento de la temperatura. Es decir, mientras se realiza el tratamiento notarás un foco de calor en la zona en la que te estés realizando el tratamiento. Entre los efectos, éste es uno de los más notorios.
- Químicos: El tejido se expone a las ondas de ultrasonidos, las partículas del mismo se ven afectadas y sufre una aceleración significativa. Esta aceleración puede dar lugar a la modificación de las características químicas de los tejidos.
Aunque en la actualidad la cavitación estética se ha convertido en un tratamiento bastante común, hay que tener en cuenta una serie de contraindicaciones que deben de ser advertidas por el profesional a la persona que quiera someterse a este tratamiento:
No está indicada para personas que tengan:
- Enfermedades graves autoinmunes, cuando el sistema inmunitario ataca al cuerpo en vez de protegerlo.
- Cuando existen patologías auditivas, debido a que la cavitación genera una especie de zumbido o pitido agudo que puede ser especialmente molesto para estos pacientes.
- En casos de cardiopatías o epilepsias.
- Cuando existen patologías hepáticas o renales, ya que en estos casos puede haber problemas para eliminar la grasa licuada tras la cavitación.
- Cuando el paciente utiliza marcapasos u otro tipo de dispositivo electrónico.
- En casos de colesterol elevado, pues en los días que se elimina la grasa pueden elevarse los niveles de colesterol.
- En embarazadas y mujeres lactantes.
- Cuando haya lesiones en la zona a tratar.