Es posible que los primeros signos de una quemadura solar no aparezcan durante unas cuantas horas. El efecto total para la piel puede tardar en aparecer 24 horas o más tiempo.
Los posibles síntomas abarcan:
- Piel roja y sensible que es caliente al tacto.
- Ampollas que aparecen de horas a días después.
- Reacciones graves (alergia solar, incluso fiebre, escalofríos, náuseas o erupción cutánea).
- Peladura de la piel en áreas quemadas por el sol varios días después de la quemadura solar.
Aunque los síntomas de la quemadura solar normalmente son temporales, el daño cutáneo con frecuencia es permanente y puede tener efectos serios a largo plazo, que incluyen cáncer de piel. Cuando la piel empieza a ponerse dolorosa y roja, el daño está hecho. El dolor es peor entre las 6 y 48 horas después de la exposición al sol. La quemadura solar se presenta cuando el grado de exposición al sol o a una fuente de luz ultravioleta excede la capacidad del pigmento protector del cuerpo, melanina, para proteger la piel. Una quemadura solar en una persona con piel muy clara puede ocurrir en menos de 15 minutos de exposición al sol del mediodía, en tanto que una persona con piel oscura puede tolerar la misma exposición por horas.
La exposición al sol sin protección causa el envejecimiento prematuro de la piel. La exposición al sol puede causar quemaduras de primero y segundo grados. El cáncer de piel por lo regular aparece en la adultez, pero es causado por la exposición al sol y quemaduras solares que empezaron temprano en la niñez. Usted puede ayudar a prevenir el cáncer de piel protegiendo su piel de los dañinos rayos solares.
Factores:
- Los bebés y niños son muy sensibles a los efectos quemantes del sol.
- Las personas de piel clara tienen mayor probabilidad de sufrir una quemadura solar. Pero incluso la piel oscura y negra se puede quemar y debe protegerse.
- Los rayos del sol son más fuertes durante las horas de 10:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. Los rayos del sol también son más fuertes en las grandes altitudes y latitudes bajas. El reflejo del agua, la arena o la nieve puede intensificar los ardientes rayos solares.
- Las lámparas de sol pueden causar una quemadura solar grave.
- Algunos medicamentos (como el antibiótico doxiciclina) puede hacer que usted sea más susceptible a las quemaduras solares.
- Algunas afecciones, como el lupus, pueden hacerlo más sensible al sol.
Llame al médico de inmediato si presenta fiebre con la quemadura de sol. Igualmente llame si hay signos de shock, insolación, deshidratación u otras reacciones serias:
- Sentir desmayo o mareo
- Pulso rápido o respiración acelerada
- Sed extrema, ausencia de gasto urinario u ojos hundidos
- Piel pálida, pegajosa o fría
- Náuseas, fiebre, escalofrío o erupción cutánea
- Ojos que duelen y son sensibles a la luz
- Ampollas dolorosas e intensas
Prevención
- Use un protector solar de amplio espectro con factor de protección solar de 30 o más. protege tanto de los rayos UVA como de los rayos UVB.
- Aplique una cantidad generosa de protector solar hasta cubrir completamente la piel expuesta. Vuelva a aplicar el protector cada dos horas.
- Aplique protector después de nadar o sudar e incluso cuando está nublado.
- Use un bálsamo para los labios con protector solar.
- Use un sombrero y otras prendas protectoras. La ropa de color claro refleja el sol con más efectividad.
- Permanezca lejos del sol durante las horas cuando los rayos son más fuertes entre las 10 a.m y las 4 p.m.
- Use gafas de sol con protección contra la luz ultravioleta.
Primeros Auxilios
- Dar baños o duchas frías durante 10 a 15 minutos, varias veces al día. Para aliviar el dolor, se puede agregar bicarbonato de sodio al agua.
- Aplicar una loción calmante en la piel.
- Se puede administrar un medicamento para el dolor sin prescripción médica, tal como el acetaminofén o el ibuprofeno. NO se debe dar aspirina a los niños.
- Compresas de leche fresca Se sabe que los ácidos grasos y ácido láctico en la leche tienen propiedades calmantes para la piel quemada por el sol. Sumerge un paño suave o una gasa de algodón en leche entera fresca y aplica con cuidado a la zona lastimada. Haz esto durante unos 20 minutos, y posteriormente enjuaga con agua fría, debido a la importancia del contenido de materias grasas de la leche, es básico que sea leche entera la que se use en este tratamiento.
- Té helado Los taninos del té son el ingrediente activo en este remedio, lo que ayuda a calmar. Después de preparar una olla grande de té de manzanilla, deja que se enfríe por completo, y de preferencia agrega algunos hielos para apresurar el proceso; unge las zonas afectadas con una esponja suave o una toallita. También, puede llenar una botella con atomizador y rociar el té directamente sobre la piel. No botas las bolsitas de té o los residuos si es que usaste la planta directamente; éstos son especialmente buenos para las zonas sensibles alrededor de los ojos, sólo tiene que colocar las bolsitas de té, o una pequeña cataplasma, sobre los ojos si los sientes calientes y cansados. La Hierba de San Juan, es mucho mejor ya que esta contiene propiedades de refrigeración que pueden ayudar a bajar la intensidad del calor en la piel lastimada.
- Aloe Vera Proporcionar un alivio relajante, también puede ayudar en el proceso de curación. Aplícalo en las zonas afectadas según sea necesario. El gel extraído directamente de una planta de aloe vera funciona mejor, si no tienes acceso a una, puedes utilizar alguna crema que contenga este ingrediente. Para que sea efectivo, asegúrate de que la crema tenga una alta concentración.
- Agua Cuando se expone al sol, tu cuerpo pierde agua y sales esenciales. La deshidratación se produce cuando el cuerpo pierde demasiado líquido, y comienza a reabsorber el líquido de la sangre y otros tejidos del cuerpo. Para evitar las consecuencias de la deshidratación, mantenga hidratado o que se rehidrate para la recuperación óptima de la salud de tu piel.
NO SE DEBE aplicar vaselina, benzocaína ni lidocaína o mantequilla a la quemadura de sol, pues éstas empeoran los síntomas y pueden impedir la cicatrización, ni lavar la piel quemada con un jabón fuerte.