Algunas mujeres se preguntan como otras, pese al paso del tiempo ya el medio siglo luzcan mejor que algunas veinte. La respuesta reside en el ritual de aplicación de los productos, que acompañado de un masaje facial potencia la efectividad de los cosméticos.
Así como es importante elegir un producto adecuado para cada necesidad y tipo de piel, el saber aplicarlo con los movimientos adecuados y ejerciendo la presión correcta, ayudará a evitar la flacidez y mejorar la efectividad de sus principios activos, haciendo de este el masaje facial de la eterna juventud.
El masaje facial que se elige, los productos aplicados, que son una mezcla de aceites salvajes vírgenes de baobab, moringa e higo chumbo, se realiza en el momento como un ritual personalizado. Es importante relajar la musculatura facial para así activar la circulación, aportando luminosidad, relajando las tensiones acumuladas y atenuando las marcas de expresión y eliminando toxinas que aceleran la regeneración celular.